Marcelo Moretti dejó atrás su licencia y regresó a su cargo como presidente de San Lorenzo. El dirigente apareció pasado el mediodía en la Ciudad Deportiva y permaneció allí hasta las 20 horas, instalado en el palco oficial del Nuevo Gasómetro, desde donde decidió volver a ejercer sus funciones.
La imagen del presidente en el estadio no pasó desapercibida: por allí pasaron miembros de la Comisión Directiva, asambleístas, empleados del club, delegados y hasta integrantes de la Comisión Fiscalizadora. Fue una jornada cargada de reuniones y resoluciones en busca de encaminar la situación.
Moretti y su equipo apuntan de lleno a resolver el reclamo del Fondo Suizo, que exige un pago de 5,3 millones de dólares y que amenaza con un pedido de quiebra. “Se está trabajando en un nuevo acuerdo”, explican desde el círculo íntimo del dirigente.
En paralelo, la inhibición de FIFA sigue vigente y condiciona cualquier movimiento del mercado de pases. Los problemas financieros son, sin dudas, el gran desafío de esta etapa.
El regreso de Moretti no es solo administrativo: es simbólico. Marca la vuelta del máximo responsable al frente del club, en un momento donde la unidad y la conducción firme son indispensables.


